La diferencia entre inversión y especulación
Un primer paso para poder distinguir de forma efectiva la diferencia entre inversión y especulación, es definiendo claramente a lo que nos referimos con el término “inversión”, es decir, a una operación que:
“después de un análisis exhaustivo, promete la seguridad del capital junto a un adecuado rendimiento. Las operaciones que no satisfacen estos requisitos son especulativas”.
Benjamin Graham y su libro «El inversor inteligente»
Está definición fue dada por Benjamin Graham ya hace muchos de años en su libro «El inversor inteligente». Sin embargo, el termino invertir e inversor se emplean hoy en día de una forma bastante errada y que genera una gran confusión. Después del gran declive del mercado que tuvo lugar entre 1929 y 1932 prácticamente todas las acciones ordinarias se consideraban, de manera generalizada, especulativas por su propia naturaleza. A causa de esto se popularizo el uso del término “inversor” para hacer referencia a todo aquel que compra o vende un valor (por ejemplo, una acción) con independencia de lo que compre, o de cuál sea su objetivo, o el precio que paga, o de si lo hace usando crédito o dinero del que no dispone. Ésto explica en gran medida el problema que muchos tienen para percibir la diferencia entre inversión y especulación.
Es cierto que incluso una inversión “segura”, basada en una estrategia de creación de cartera compuesta por valores seleccionados bajo una política de inversión absolutamente pura (como el value investing), siempre tendrá un factor de riesgo y por eso, un factor especulativo. Pero es nuestra responsabilidad asegurarnos de que ese factor de riesgo quede confinado a unos límites estrictos, y también es nuestra responsabilidad estar preparados financiera y psicológicamente para sufrir resultados negativos cuya duración puede ser breve o prolongada.
Es fundamental comprender que no todo proceso efectuado en el mercado de valores es una inversión. Piensa en la definición de inversión que hemos dado al principio y compárala con la venta de unas cuantas acciones por parte de un miembro inexperto del público. Alguien que ni siquiera es propietario de lo que está vendiendo (por ejemplo, cuando se especula a la baja al descubierto) pero que cegado por sus emociones tiene la completa seguridad de que podrá sacar provecho.
La distinción entre inversión y especulación con acciones siempre ha sido útil, y el hecho de que esa distinción esté desapareciendo es un motivo de preocupación. Hoy en día muchos hablan de “invertir en opciones binarias”, por ejemplo, cuando en realidad se trata de un proceso totalmente especulativo que nada tiene que ver con un sistema de inversión en bolsa. Lo mismo aplica al day traiding y a la mayoría de operaciones realizadas con CFDs a corto plazo.
Errores comunes de quienes confunden inversión y especulación
Claro, también hay formas de especulación inteligente. Pero existe una serie de errores que suelen hacer de la especulación un acto para nada inteligente. Entre los errores más comunes que conducen a ello tenemos:
(1) especular con la creencia errónea de que lo que se está haciendo en realidad es invertir.
(2) especular de “forma seria” cuando se carece de los adecuados conocimientos y capacidades para hacerlo
(3) arriesgar en operaciones especulativas más dinero del que se puede permitir perder.
De acuerdo con nuestra concepción, todos las personas no profesionales que operen a margen (es decir, especulando a la baja o al alza con acciones que no poseen) deberían reconocer que no están invirtiendo, sino especulando, y es obligación de su corredor (o bróker) advertírselo y dejárselo en claro.
La especulación siempre es fascinante, y puede ser muy divertida siempre y cuando tus resultados sean favorables.
Si quieres probar suerte, separa una porción, cuanto más pequeña mejor, de tu patrimonio, destinada únicamente para ese fin. No añadas nunca más dinero a esa cuenta simplemente porque el mercado parece estar a su favor. Es el típico error de todo principiante: arriesgar más dinero, en cuando empieza a ganar en un casino (porque las opciones binarias, por ejemplo, son literalmente, un juego de azar).
Y, sobre todo: nunca mezcles tus operaciones especulativas y tus operaciones de inversión en la misma cuenta, ni en ninguna parte de su proceso de reflexión.
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