Las 48 leyes del poder de Robert Greene (segunda parte)
Las 48 leyes del poder es un libro escrito por Robert Greene y Joost Elffers. En él recopilan estrategias de poder de distintos gobernantes a lo largo de la historia que hoy en día siguen teniendo vigencia. Su aplicación depende del contexto y la experiencia personal e individual.
Para los inversores privados Las 48 leyes del poder pueden ser una gran herramienta para reconocer cuando están siendo manipulados. Trátese de asesores o medios masivos, muchas personas en el mundo de la inversión y las finanzas emplean todo tipo de estrategias para obtener ganancias a costa de la ingenuidad del público no experto.
A continuación encontrarás la segunda parte del resumen del libro Las 48 leyes del poder. Sí aún no haz leído la primera parte, haz clic aquí.
Las 48 leyes del poder. Segunda parte
Ley 22- Utiliza la táctica de la capitulación. Transforma la debilidad en poder
Cuando seas el más débil, no desperdicies tus fuerzas. Opta, en cambio, por una capitulación estratégica. Rendirse te dará tiempo para recuperarte, tiempo para atormentar e irritar al vencedor, tiempo para esperar a que el poder de éste se diluya. No le des la satisfacción de luchar y ser vencido por él. Capitula antes de ser derrotado. Al volver la otra mejilla, enfurecerás y desconcertarás a tu contrincante. Convierte la capitulación en un instrumento de poder.
Ley 23- Concentra tus fuerzas
Conserva tus fuerzas y tu energía manteniéndolas concentradas en tu punto más fuerte. Ganarás más descubriendo un rico yacimiento y explotándolo en profundidad, que pasando de un yacimiento pobre a otro: la intensidad siempre triunfa sobre la dispersión. Cuando busques fuentes de poder, procura encontrar siempre el patrón clave único, la vaca lechera que puedan ordeñar durante largo tiempo.
Ley 24- Desempeña el papel del cortesano perfecto
El cortesano perfecto, adulador e intrigante, prospera y alcanza su plenitud en un mundo en el cual todo gira en tomo del poder y de la habilidad política. Domina a la perfección el arte de la oblicuidad. Adula, se somete a sus superiores y reafirma su poder sobre los demás de la forma más encantadora y graciosamente indirecta y falsa. Aprende a aplicar las leyes del cortesano, y tu ascenso dentro de la corte no conocerá límites.
Ley 25- Procura recrearte permanentemente
No aceptes los papeles que la sociedad te ha endilgado. Fórjate una nueva identidad que atraiga la atención y nunca aburra al público. Sé el dueño de tu propia imagen, en lugar de permitir que otros la definan por ti.
Ley 26- Mantén tus manos limpias
Es necesario que, en todo momento, aparezcas como prototipo de honor y la eficiencia. Tus manos nunca pueden ensuciarse por descuidos. Mantén esa apariencia impecable, utilizando a otros como testaferros o pantallas para ocultar, cuando sea necesario, tu participación personal en hechos de esta índole.
Ley 27- Juega con la necesidad de la gente de tener fe en algo, para conseguir seguidores incondicionales
La gente tiene una necesidad irrefrenable de creer en algo. Conviértete en el centro focalizador de esa necesidad, ofreciéndoles una causa o una nueva convicción a la que adherir. Formúlala en términos vagos pero llenos de promesas. Enfatiza el entusiasmo por sobre el pensamiento claro y racional. Da a tus nuevos discípulos, rituales que realizar y exíjales sacrificios. Ante la ausencia de una religión organizada y grandes causas en las que puedan creer, tu nuevo sistema de convicciones te conferirá un poder inaudito.
En la película «El Lobo de Wall Street» puede percibirse el uso de varias de las 48 leyes del poder.
Ley 28- Sea audaz al entrar en acción
Si te sientes inseguro frente a una acción determinada, no la intentes. Tus dudas y titubeos se transmitirán a la ejecución del plan. La timidez es sumamente peligrosa; lo mejor es encarar toda acción con audacia. Cualquier error que cometas se corregirá con facilidad mediante más audacia. Todo el mundo admira al audaz; nadie honra al tímido.
Ley 29- Planifica tus acciones de principio a fin
Un final brillante constituye el corolario que da énfasis a todo su accionar. Planifica tu camino teniendo en cuenta todas las consecuencias posibles, todos los obstáculos y todos los giros de azar que puedan afectar de manera negativa su trabajo y otorgar la gloria a otros. Planificar todo un proceso, de principio a fin, evitará que te abrumen los factores negativos y te permitirá saber con exactitud cuándo detenerte. Maneja la fortuna con cuidado y determina el futuro planificando a largo plazo.
Ley 30- Haz que tus logros parezcan no requerir esfuerzos
Tu accionar deberá parecer natural y de fácil ejecución. Cuando actúes, hazlo como si la tarea que tienes entre manos fuese algo de lo más sencillo, como si pudieras hacer todavía mucho más. Evita la tentación de revelar lo mucho que trabajas, pues con ello sólo generarás cuestionamientos. No le enseñes a nadie tus trucos especiales, o los usarán contra ti.
Ley 31- Controla las opciones: haz que otros jueguen con las cartas que repartes
El mejor engaño es aquel que aparenta ofrecer opciones al otro: tus víctimas sienten que controlan la situación. Pero en realidad no son sino títeres en tus hábiles manos. Presenta opciones que siempre te sean favorables, independientemente de cuál de ellas elijan los demás. Oblígalos a optar entre el menor de dos males y logra que cualquiera de las dos elecciones resulte a tu favor. Haz que cualquier alternativa por la que se decidan sus rivales, los perjudique a ellos o te beneficie a tu.
Ley 32- Juega con las fantasías de la gente
Muchas veces se evita la verdad porque suele ser dura y desagradable. Nunca recurras a la verdad, ni a la realidad, salvo que estés dispuesto a enfrentar la ira que genera la desilusión. La vida es tan dura y problemática que aquellas personas capaces de inventar ilusiones o conjurar fantasías son como oasis en el desierto: todos van hacia ellas. Apelar a las fantasías de las masas es una fuente inmensa de poder.
Ley 33- Descubre el talón de Aquiles de los demás
Todo individuo tiene un punto débil, una fisura en la muralla que rodea su fortaleza. Por lo general, esa debilidad es algo que le causa inseguridad, o una emoción o una necesidad que lo supera. También puede ser un pequeño placer secreto. Sea lo que fuere, una vez que la hayas descubierto, esa debilidad se convierte en un elemento de presión que podrás manejar a tu antojo y, por su puesto, siempre a tu favor.
Ley 34- Actúa como un rey para ser tratado como tal
Tu forma de actuar determinará cómo te tratarán los demás: a la larga, una presencia vulgar o común hará que la gente te pierda el respeto. Porque un rey se respeta a sí mismo e inspira el mismo sentimiento en los demás. Al adoptar una actitud de rey, mostrando confianza en tu propio poder, lograrás que te consideren destinado a llevar una corona real sobre la cabeza.
Las 48 leyes del poder es un libro clásico sobre estrategias y claves para conseguir y mantener el poder
Ley 35- Domina el arte de la oportunidad
Nunca demuestres tener prisa, ya que el apuro delata una falta de control sobre el tiempo y sobre tu propio accionar. Muéstrate siempre paciente, como si supieras que, con el tiempo, todos sus deseos se cumplirán. Conviértete en especialista en el arte de detectar el momento propicio para cada cosa. Aprende a mantenerte a la expectativa cuando el momento adecuado no haya llegado, y a golpear con fuerza cuando la oportunidad le sea propicia.
Ley 36- Menosprecia las cosas que no puedes obtener: ignorarlas es la mejor de las venganzas
Al prestar atención a un problema trivial, lo conviertes en real y le confieres importancia. Cuanta más atención le prestes a un enemigo, más lo fortalecerás. Y a menudo, un pequeño error se magnifica en el intento de corregirlo. Si hay algo que deseas, pero no puedes obtener, menosprécielo. Cuanto menos interés demuestres, mayor será el nivel de superioridad que verán los demás en ti.
Ley 37- Arma espectáculos imponentes
Los gestos simbólicos grandiosos generan aura de poder, ya que ejercen gran atracción sobre todos. Presenta espectáculos imponentes para quienes lo rodean, plenos de elementos visuales fascinantes y radiantes simbolismos que enfaticen tu presencia. Encandilados por las apariencias, los demás no se darán cuenta de lo que estás haciendo en realidad.
Ley 38- Piensa como quiera, pero compórtate como los demás
Si haces ostentación de ir contra la corriente, alardeando acerca de ideas poco convencionales, la gente pensará que usted sólo deseas llamar la atención o que desprecias a los demás. Encontrarán la forma de castigarte por hacerlos sentir inferiores. Es mucho más seguro confundirse con la masa y adoptar un cierto aire «común». Limítate a compartir su originalidad con amigos tolerantes y con aquellas personas de las que estás seguro que aprecian tu forma de ser diferente y especial.
Ley 39- Revuelve las aguas para asegurar una buena pesca
La ira y las emociones son estratégicamente contraproducentes. Siempre debes mantenerse sereno y objetivo. Si puedes enfurecer a sus enemigos mientras conservas la calma, obtendrás una ventaja decisiva. Desorienta a sus enemigos.
Las 48 leyes del poder son estrategias usadas por muchos de forma conciente o inconciente. Reconocerlas a tiempo puede favorecerte.
Ley 40- Menosprecia lo que es gratuito
Todo lo que es gratuito es peligroso, ya que por lo general implica alguna treta o un compromiso oculto. Las cosas que tienen valor valen la pena pagarse. De esta manera, no estarás obligado a gratitud alguna, te verás libre de culpa y evitarás fraudes y engaños. Lo más inteligente es, a menudo, pagar el precio total. Cuando hablamos de excelencia no hay gangas. Sé generoso con tu dinero dado que la generosidad es señal e imán de poder.
Ley 41- Evita imitar a los grandes
Lo que se produce por primera vez siempre parece mejor y más original que lo que viene después. Si sucedes a un gran hombre o tienes padres célebres, deberás lograr el doble para superar la imagen de ese «modelo». No te pierdas en la sombra de esos «grandes» ni te quedes estancado en un pasado que no es obra tuya: encuentra tu propia identidad y reafírmala con un accionar diferente.
Ley 42- Muerto el perro, se acabó la rabia
Los problemas suelen tener su origen en un solo individuo fuerte: el instigador, el subalterno arrogante, el sembrador de inquinas y resentimientos. Si dejas espacio para el accionar de este tipo de individuo, otros sucumbirán a su influencia. No esperes a que los problemas que él causa se multipliquen, y no trates de negociar con él, pues es irrecuperable. Neutraliza esa influencia, aislándolo o eliminándolo. Recuerda que, muerto el perro, se acabó la rabia.
Ley 43- Trabaja sobre el corazón y la mente de los demás
La coerción provoca una reacción que, con el tiempo, puede actuar contra ti. Es necesario lograr, mediante maniobras de seducción, que los demás se muevan en la dirección que deseas. Una vez seducida, la persona se convierte en un leal servidor. Y la forma más eficaz de seducir a alguien, consiste en manejar con habilidad las flaquezas y la psicología del individuo. Debilita la resistencia del otro a través de la manipulación de las emociones, jugando con lo que el otro ama y valora, o lo que teme. Si ignoras el corazón y la mente de los demás, terminarán odiándote.
Ley 44- Desarma y enfurece con el efecto espejo
El espejo refleja la realidad pero también es el arma perfecta para el engaño: cuando reflejas a tus enemigos, haciendo exactamente lo que hacen ellos, tus rivales no lograrán deducir tu estrategia. El efecto espejo les burla y humilla, lo cual los lleva a reaccionar en forma desmedida. Al poner un espejo frente a su psique, lograrás seducirlos con la ilusión de que compartes sus valores. Al reflejar sus acciones en un espejo, les enseñas una lección. Son muy pocos los que pueden resistirse al poder del efecto espejo.
Ley 45- Predica la necesidad de introducir cambios, pero nunca modifiques demasiado a la vez
En teoría, todo el mundo comprende la necesidad del cambio, pero en el nivel cotidiano el ser humano es hijo de la costumbre. Demasiada innovación resulta traumática y conducirá a la rebelión. Si eres nuevo en una posición de poder o intentas construir una base de poder, haz alarde de respetar la forma tradicional de hacer las cosas. Si se impone un cambio necesario, hágazlo aparecer como una leve modificación positiva del pasado.
Ley 46- Nunca te muestres demasiado perfecto
Siempre es peligroso mostrarse superior a los demás, pero lo más peligroso de todo es parecer libre de toda falla o debilidad. La envidia genera enemigos silenciosos. Lo inteligente es poner de manifiesto, de vez en cuando, tus defectos y admitir vicios inofensivos, a fin de desviar la envidia y parecer más humano y accesible. Sólo los dioses y los muertos pueden parecer perfectos impunemente.
Ley 47- No vayas más allá de tu objetivo original; al triunfar, aprende cuándo detenerte
El momento del triunfo es a menudo el momento de mayor peligro. En el fragor de la victoria, la arrogancia y un exceso de confianza en tus fuerzas pueden llegar a impulsarte más allá de la meta que te habías propuesto en un principio, y al ir demasiado lejos, mayores serán los enemigos. No permitas que el éxito se te suba a la cabeza. No hay nada como la estrategia y la planificación cuidadosa. Fíjate un objetivo y, cuando lo alcances, detente.
Ley 48- Se cambiante en tu forma
Al adoptar una forma definida y tener un plan claro para todo el mundo, te convertirá en el blanco de ataques diversos. En lugar de brindar a tus enemigos algo concreto que atacar, mantente flexible, adaptable y en movimiento. Acepta el hecho de que nada es absoluto y de que no existen leyes fijas. La mejor manera de protegerse es mantenerse tan fluido y amorfo como el agua. Nunca apuestes a la estabilidad ni a un orden perdurable. Todo cambia.
Este fue un resumen de Las 48 leyes del poder de Robert Greene presentado por La bolsa para principiantes. Esperamos te haya sido útil.
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